Vida y vivir - José Covo, 2023

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Vida y vivir

 

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Vivir y vida

 

José Covo

 

2023

 


 


 


 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Vida y vivir

 

 

 

 

 


 

 


 

 

1.   La vida ocurre en otro lado. Aquí vivimos sin estar en la vida. El vivir no es la vida, pero la vida está en el vivir como fantasma.

 

 

2.   La vida está más allá. Con el vivir estamos siempre llegando a la vida, sin llegar nunca.

 

 

3.   La vida es la idea abstracta del vivir y el vivir es la práctica de la vida.

 

 

4.   La vida es el vivir sin el humano que la vive. Puro potencial vital organizado en una estructura concreta pero incognosible como tal.

 

 

5.   La vida es el vivir sin el mundo en donde ocurre el vivir.

 

 

6.   La vida es la teoría pura del vivir, todas sus reglas y direcciones que son imposibles de vivir en el vivir debido a lo abstractas que son. Tan abstractas que se vuelven ideas concretas.

 

 

7.   Vida: decálogo mosaico, la Justicia, el Destino, El paraíso, El infierno, La fantasía de lo que debería ser la vida.

 

 

8.   La vida no puede ser vivida y el vivir no puede formalizarse como la idea de la vida.

 

 

9.   En esta oposición se complementan como opuestas, siendo lo mismo.

 

 

10.                 La vida es trascendente con respecto al vivir.

 

 

11.                 La vida está por dentro del vivir, sin ser el vivir ni que el vivir pueda ser la vida.

 

 

12.                 El vivir sucede dentro de la vida, sin ser la vida ni que la vida pueda ser vivida.

 

 

13.                 Sin vida no hay vivir. Sin vivir no hay vida. Se excluyen mutuamente y así son lo mismo.

 

 

14.                 La vida surge como proyección abstracta del vivir. El vivir es la proyección concreta de la vida. Ningún término es el primero y ninguno el segundo.

 

15.                 Los valores son la vida de la vida. La vida es el vivir de los valores.

 

 

16.                 El valor está en la vida cuando lo buscamos en el vivir. Está en el vivir cuando lo buscamos en la vida.

 

 

17.                 Vivimos hacia el valor y no lo encontramos. Lo teorizamos y la teoría muta en vivir.

 

 

18.                 El valor debe ser vivido para que sea vida. Debe ser vida para que se pueda vivir.

 

 

19.                 El valor amarra los registros de vida y vivir y los hace uno siendo opuestos.

 

 

20.                 El valor se opone a sí mismo y así está en dos lugares, en ninguno y en ambos.

 

 

21.                 El valor es la dirección del alma. No hay alma sin valor.

 

 

22.                 A través del valor el alma percibe su límite como alma. El alma no puede vivir el valor como valor pero tampoco puede pensar una vida de valores sin vivir.

 

23.                 El valor regresa al alma a sí misma.

 

 

 

24.                 Buscando el valor, el alma se encuentra precisamente ahí donde no puede encontrarse.

 

 

25.                 El valor saca al alma de sí misma y la compromete con el vivir y con la vida.

 

 

26.                 El valor es interno al alma, pero cuando el alma quiere ingresar en su interior, llega al afuera.

 

 

27.                 El valor más interior, más íntimo, se vuelve abstracto y futuro. Del vivir pasa a la vida.

 

 

28.                 Así el alma se persigue a sí misma entre vida y vivir, persigueindo al valor que la limita y la completa.

 

 

29.                 Las ideas gravitan hacia el valor y forman la escalera para llegar a él.

 

 

30.                 Una idea tiene dos tiempos: el que va del vivir a la vida y el que va de la vida al vivir. Son la idea vivida y la idea vital, respectivamente.

 

 

31.                 La idea vivida es particular en el vivir y absoluta en la vida. Viviéndola sentimos que su correlato perfecto en la vida la ratifica en su vivir.

 

 

32.                 La idea vital es absoluta en el vivir y particular en la vida. Esta idea se agota en el vivir porque el vivir es pasajero e incapaz de lo absoluto. La idea vital es frágil y explosiva.

 

 

33.                 La idea vivida es saludable. La idea vital es enferma.

 

 

34.                 La idea vivida comprende la finitud del vivir. La idea vital quiere que la vida y el vivir lo mismo, sin oposición ni límite.

 

35.                 La juventud es cuando casi todas las ideas son ideas vitales.

 

 

 

36.                 La madurez es comprender que la vida no existe con independencia del vivir sino que son lo mismo.

 

 

37.                 La filosofía es inventar una vida que sostenga nuestro vivir y que lo transforme con su ausencia renovada y presente.

 

 

38.                 La idea vivida es una mitad de la idea, un primer tiempo. La idea vital es una segunda mitad. 

 

 

39.                 Un polo positivo y uno negativo. Un solo tiempo no produce el circuito.

 

40.                 Si la idea es solo la idea vivida no hay cambio posible, porque la vida nunca va a ser vivida.

 

 

41.                 Si la idea es solo la idea vital el vivir tiene el estatuto de lo absoluto y cualquier crimen es defensible si lo sostiene la idea vital.

 

 

42.                 En el vivir se negocian ambos tiempos de la idea para que el valor integre la estructura.

 

 

43.                 La acción es una idea y las emociones sustentan ideas. Acción y emoción se orientan hacia el valor.

 

 

44.                 La idea comienza en la sensación y llega al valor. Hay un tiempo que va de la sensación al valor y otro tiempo que va del valor a la sensación. La idea sensible y la idea del valor, respectivamente.

 

 

45.                 La idea sensible es la sensación de la idea vivida. La idea del valor es el movimiento de la idea vital.

 

 

46.                 La idea sin sensación no produce la acción. La idea sin valor produce cualquier acción, indistintamente.

 

 

47.                 Así también tenemos un yo vivido y un yo vital. El yo vivido es el yo de lo que realmente acaece en nuestro vivir. El yo vital es el yo de lo que debería acaecer.

 

 

48.                 Si lo que acaece no cumple con la expectativa de lo que debería acaecer, sentimos culpa, tristeza, rabia o desespero.

 

 

49.                 Pero nunca puede acaecer la idea vital. Siempre vivimos la idea vivida con miras a la idea vital, sin llegar. Así como solo vivimos el vivir y no la vida. Pero la vida hace parte del vivir, sin estar en él.

 

 

50.                 No podemos renunciar al yo vital ni a la idea vital, y tampoco podemos renunciar a la idea del valor. Porque no podemos renunciar a la vida.

 

 

51.                 La madurez viene de comprender que el vivir es el vivir y la vida es la vida, aspectos que se incorporan excluyéndose.

 

 

52.                 El buen vivir viene de vivir el vivir con la vida en su justo lugar. No vivir la idea vital ni tampoco la sola idea vivida, sino ser el yo vivido comprendiendo que el yo vital es nuestro norte, al que nunca llegamos pero que necesitamos como norte.

 

 

53.                 El yo vivido usa la idea para llegar al valor, que se devuelve al vivir. Así el vivir es vida, sin serlo.

 

 

54.                 Si el vivir es vivir y la vida vida, los actos absolutos nunca son absolutos porque solo la vida se mueve en absolutos.

 

 

55.                 No hay acto absoluto porque cada acto son varios actos. En el vivir siempre queda el resto que sería completado por la vida y ese hueco se llena con un vivir contrario al acto.

 

 

56.                 El vivir se contradice porque no es vida, no está completo. La vida está completa virtual o hipotéticamente, sin que esa completud sea especificable.

 

57.                 Una ética de la vida fracasa en el vivir. Una ética de absolutos fracasa en lo particular.

 

 

58.                 Una ética del vivir acepta el resto ético inconquistable. La ética del vivir es abierta a una ética futura pero nunca a una ética final.

 

 

59.                 Un acto absoluto es como cualquier acto vivido pero tiene la intención de convertir al vivir en vida, de manera que ese acto sea el único acto verdadero.

 

 

60.                 La revolución, la utopía, el acto terrorista, siempre un tipo de mesianismo que promete traer la vida al vivir.

 

61.                 Un acto personal que promete solucionar la imperfección del vivir: la iluminación, la curación, la sabiduría, el bienestar que no duda de sí mismo. Vida sin resto, completa.

 

 

62.                 Sin embargo, no es posible abolir la posibilidad del acto absoluto o la idea vital, porque es uno de los polos de la actividad vivencial. Sin el polo vital el vivir se agotaría en su propio vivir y la realidad sería radicalmente relativista y desposeída de futuro.

 

 

63.                 Y no es posible abolir la idea vital simplemente porque así es la realidad humana y no por imaginarla diferente ella cambiaría, lo que sería una idea vital o una idea del valor.

 

 

64.                 Ni yo vivido no yo vital, sino la constante tensión entre ambas fuerzas. Ni vivir ni vida, sino su oposición complementaria.

 

 

65.                 La tradición es la integración de un vivir y una vida de manera adaptativa. Cumple su función y distribuye las responsabilidades entre el vivir y la vida de una manera que, si más nada, ha funcionado lo suficiente para perdurar.

 

 

66.                 Con una teoría coherente de la vida, la tradición le perdona al vivir su imperfección.

 

 

67.                 El dolor inherente del vivir cobra sentido en la vida, donde no es simplemente dolor, sino que cumple un propósito.

 

 

68.                 Sin la vida el dolor del vivir sería insoportable.

 

 

69.                 Sin el vivir la perfección de la vida aboliría la existencia.

 

 

70.                 La tradición es un proceso de aprendizaje de generaciones. Sus lecciones se decantan en las formas de vida y vivir, que experimentamos como la realidad espontánea.

 

 

71.                 El vivir diario ya es la vida decantada en los siglos.

 

 

72.                 En tiempos conservadores, la vida garantiza la estabilidad del vivir. En tiempos progresistas, la vida es el vivir por conquistar.

 

 

73.                 Así la mente conservadora agradece a la vida su estabilidad, y la mente progresista le increpa su perfección por no ser nuestra.

 

 

74.                 En la locura el vivir y la vida se trastocan. Creemos vivir la vida y que el vivir es teórico.

 

 

75.                 Enloquecer es darse cuenta de que el vivir es una locura. Un darse cuenta que es verdadero, pero no por eso saludable.

 

 

76.                 El vivir es una locura porque es recibido. No es una construcción científica. Recibirlo como incuestionable es la salud mental.

 

 

77.                 El filósofo es un loco que logra sustentar su locura.

 

 

78.                 En el arte el vivir de la técnica cristaliza contra la vida de la idea. La obra estabiliza la oposición entre vida y vivir.

 

 

79.                 El artista percibe una vida que no tiene aún lugar en el vivir y con la obra la integra al vivir presente.

 

 

80.                 La poesía es el vivir subsumido por la vida.

 

 

81.                 La novela es la vida subsumida por el vivir.

 

 

82.                 El lenguaje vivido puro, sin vida, es ruido. El lenguaje vital sin vivir es pura idea abstracta sin expresión posible.

 

 

83.                 A un primer nivel la idea de la palabra está en la vida. A un segundo o un subnivel la idea se regresa al vivir en busca de su expresión.

 

84.                 El lenguaje es el ruido del vivir estabilizado por la abstracción de la vida.

 

 

85.                 La idea vital es inaccesible al vivir, por eso cada idea pensada ya está en el vivir. La idea vital es una abstracción.

 

 

86.                 Hay que buscar la idea en la vida, pero siempre la encontramos en el vivir.

 

 

87.                 El arte clásico organiza el vivir subsumido por una vida que es un vivir ideal.

 

 

88.                 El arte contemporáneo organiza el vivir subsumido por el vivir. La vida es vista como extensión del vivir, casi inexistente.

 

 

89.                 La filosofía del lenguaje sin verdad huye de la vida como de un padre opresivo. Desarrolla la lógica interna del vivir, que no tiene lógica.

 

 

90.                 La metafísica identifica al vivir con la vida, sin resto, lo cual traiciona la naturaleza de su oposición.

 

 

91.                 La fenomenología asume que el vivir es la vida y que las verdades del vivir son igualmente verdaderas en la vida.

 

 

92.                 La verdad en la vida es coherente pero inexpresable.

 

 

93.                 La verdad en el vivir es incoherente y expresable.

 

 

94.                 El vivir sube al absoluto de la vida para permearse con el vaho de lo absoluto, sin serlo.

 

 

95.                 Lo absoluto en la vida baja al vivir para confirmarse en su negación, que es necesaria en el vivir, y se confirma porque si no lo hiciera no sería absoluto.

 

 

96.                 La ética del vivir es contradictoria, porque sus efectos se reproducen, y absoluta, porque tiene que ser expresada para que el vivir sea vivible como vivir y no como desorden.

 

 

97.                 La ética de la vida es coherente pero impracticable, porque solo la practicamos en el vivir, que es incoherente.

 

 

98.                 El vivir es incoherente porque no forma un sistema cerrado sin resto.

 

 

99.                 La vida es coherente porque es abstracta.

 

 

100.             Los afectos traen a las ideas de la vida al vivir.

 

 

101.             El afecto trae al vivir la idea de la muerte desde la vida, en donde no ocurre y solo es su idea.

 

102.             La muerte ocurre en el vivir, pero su significado está en la vida.

 

 

 

103.             Cuando muere alguien nuestro vivir se interrumpe y entra la vida, que se presenta como ausente.

 

 

104.             Volver a vivir después de una muerte nos acerca a la comprensión de la vida, que no se puede comprender en el vivir.

 

 

105.             Ver la muerte es ver el vivir como vivir y no como vida.

 

 

106.             El miedo a morir es el afecto del valor del vivir, transitando entre vivir y vida, entre su idea y su afecto y sus ideas y afectos contrarios.

 

 

107.             Una idea se comprende desde los contextos variados de los afectos asociados a ella. Ese es el vivir de la idea.

 

 

108.             Una idea se comprende desde los contextos variados de otras ideas asociadas a ella. Esa es la vida de la idea.

 

 

109.             La percepción de cualquier idea involucra tanto ideas como afectos. Ese es el circuito de la idea entre el vivir y la vida.

 

 

110.             La idea de la vida aparece en el vivir como vivir.

111.             La idea del vivir es la vida.

 

 

112.             La idea de la idea está en la vida. La idea está en el vivir.

 

 

113.             Como el vivir y la vida se oponen para complementarse, así una idea acoge a su idea contraria para ser juntas la misma idea.

 

 

114.             Afecto contrario e idea contraria son un tiempo de la idea y el afecto que las generan como contrarias, generándose de vuelta.

 

 

115.             La vida niega a la muerte y la muerte niega a la vida. Así el vivir es vivible y la muerte mortal.

 

 

116.             Tristeza y felicidad se oponen, complementándose y haciéndonos sensibles a cada una de las dos.

 

 

117.             Verdad y falsedad son dos tiempos de la misma idea que afirman o niegan.

 

 

118.             La verdad es un isomorfismo de vida y vivir.

 

 

119.             La vida es la teoría del mundo y el vivir es el mundo.

 

 

120.             El vivir sufre la turbulencia del mundo más allá del vivir, que lo reta constantemente. La vida llena el hueco del reto con su teoría, pero la teoría regresa al vivir y al hueco.

 

 

121.             Una vida abierta a la turbulencia anticipa su propia insuficiencia, pero desestabiliza el vivir.

 

 

122.             La vida cierra el hueco de la turbulencia con la idea turbulencia, que se regresa al vivir con un afecto y un valor.

 

 

123.             La verdad es el momento antes de la turbulencia.

 

 

124.             La verdad es la turbulencia que se juzga y se convierte en evidencia.

 

 

125.             La verdad es una teoría anticipatoria de la turbulencia, que no se puede anticipar.

 

 

126.             La verdad es el nombre que le damos a lo vivible del vivir.

 

 

127.             La verdad nos rescata de una verdad anterior.

 

 

128.             La verdad debe ser la verdad de la verdad, la apertura al juicio de la turbulencia futura.

 

 

129.             Es conveniente experimentar la verdad como incuestionable porque el afecto que la ancla al vivir es estable y vivible.

 

 

130.             Las verdades invuestionables son como las paredes sólidas de una vivienda. Nos otorgan un por dentro del vivir.

 

 

131.             La verdad del vivir es la vida. La verdad de la vida es el vivir.

 

 

132.             La belleza es una verdad cualitativa.

 

 

133.             La verdad cualitativa no es reducible a una verdad racional en el vivir. Es racional solo en la vida, donde es coherente e inexpresible. 

 

 

134.             La verdad cualitativa es una idea en la vida, coherente pero inexpresable, que se expresa en el vivir de manera incoherente.

 

 

135.             La idea cualitativa es abstracta en la vida y concreta en el vivir. La abstracción es la necesidad de la idea que llega como cualitativa al vivir.

 

 

136.             La idea cualitativa es menos incoherente que el vivir cotidiano porque expresa la coherencia de la vida, que solo es expresable tangencialmente y nunca como tal.

 

 

137.             La idea cualitativa se comprende con afectos, ideas racionales y otras ideas cualitativas asociadas.

 

 

138.             La sensación mística de la belleza es el afecto de la intuición de la coherencia de la vida.

 

139.             Intuir la coherencia de la vida nos demuestra que el vivir no es incoherente.

 

 

140.             El artista intuye la coherencia de la vida y solo la puede expresar en la incoherencia del vivir.

 

 

141.             La incoherencia del vivir siempre tiene por dentro la coherencia de la vida.

 

 

142.             La coherencia de la vida siempre se expresa en la incoherencia del vivir.

 

 

143.             Lo que llamamos el amor de Dios es la intuición de la coherencia de la vida asociada al valor del individuo, que le otorga coherencia al individuo.

 

 

144.             La virtud es un valor coherente en la vida por el que trabajamos en el vivir para ganarlo, sin ganarlo nunca completamente.

 

 

145.             Experimentamos falta de sentido cuando vemos vacía la vida. Es un vacío coherente.

 

 

146.             La intuición de la nada nunca se presenta en el vivir, porque la nada no existe, sino que invade la vida como un virus y la destruye.

 

 

147.             Nos parece que la mera existencia de la nada desvirtúa todo el vivir y toda la vida, pero la nada no es nada y lo que nos desvirtúa es la comprensión errada de la nada como algo.

 

 

148.             Ser uno mismo es cuestión de elegir las virtudes apropiadas y trabajar con disciplina por ganarlas.

 

 

149.             Siguiendo la propia intuición descubrimos las virtudes que, siendo ideas abstractas, llegan a hacer parte de nuestro vivir concreto.

 

 

150.             La honestidad, la disciplina, el valor, el buen amor son virtudes que no están en el animal humano sino en su vida, que es abstracción intelectual, artificio.

 

 

151.             La vida es el artificio que nos permite vivir con naturalidad.

 

 

152.             El invento de la virtud nos separa del animal que somos y nos lleva al alma para poder ser animales de nuevo, pero ahora animales con alma.

 

 

153.             El animal que distingue lo bueno de lo malo se separa de su animalidad y se ve obligado a determinar que la animalidad es o buena o mala.

 

 

154.             La ética es del vivir y la virtud de la vida. Ética y virtud se codeterminan en un proceso de retroalimentación sin que ninguna tenga precedencia. 

 

 

155.             Los demás seres humanos negocian con nosotros la vida que le corresponde al vivir que forzosamente compartimos, por estar frente a frente.

 

 

156.             En el otro nos vemos a nosotros mismos distorsionados por la vida que le atribuimos. 

 

 

157.             El amigo comparte los fundamentos de nuestra vida, o sus virtudes.

 

 

158.             El enemigo puede o no compartir nuestra vida. O defiende una a exclusión de la nuestra, o busca ser la autoridad de la misma vida compartida.

 

 

159.             Las estructuras jerárquicas aseguran, como la tradición, la estabilidad del vivir y la vida. El líder decide qué son y el seguidor las defiende contra otros grupos.

 

 

160.             Pensar una nueva filosofía es asumir una posición de liderazgo intelectual. El filósofo tiene la responsabilidad filosófica de buscar la verdad con indiferencia del consenso y la responsabilidad ética de propender por la virtud.

 

 

161.             La verdad se busca ignorando lo que deseamos que sea la verdad. La virtud se consigue recordándolo.

 

 

162.             Vivir con honestidad es la primera virtud, y la última.

 

 

163.             El último consuelo y la última virtud es morir bien por haber terminado de vivir.

 

 

164.             Lo que dejamos en el mundo de lo que fuimos es la máxima empatía porque la reciben los demás sin que estemos para que nos agradezcan.

 

 

165.             Vivir una vida virtuosa es un fin en sí mismo porque el vivir y la vida son su propio fin y su propio fundamento.

 

 

166.             La virtud convierte al mero existir en vida.

 

 

167.             Si solo existiera un ser humano en el universo ya valdría la pena que fuese virtuoso.

 

 

 

168.             Alcanzar la virtud es doloroso, pero es más doloroso renunciar a ella.

 

 

169.             Entre más virtuosa la vida, más vida es.

 

 

170.             No hay razones absolutas o divinas para ser virtuosos, solo una gran razón humana.

 

 

171.             No hay razones por fuera de la vida para ser virtuosos, pero por fuera de la vida no somos humanos.

 

 

172.             La vida es el único lugar donde el humano es humano.

 

 

173.             Tenemos el deseo innato de ser virtuosos como la hormiga el de hacer colonia. Raro es el que rehuye voluntariamente de la virtud sabiendo lo que es.

 

 

174.             La virtud es una abstracción del intelecto y el humano es una abstracción del animal.

 

 

175.             La abstracción hace concreto al humano.

 

 

176.             Pensamos y escribimos para abstraernos del vivir y para hacer concreta la vida.

 

 

177.             Puede parecer que pensar y vivir son actividades excluyentes, pero todo vivir lleva por dentro el pensamiento, y toda idea se vive.

 

 

178.             La muerte es infinita en su vacío, así como la vida es infinitamente llena.

 

 

179.             La nada está ahí, al igual que la muerte. Así la vida está donde estamos y la dignidad es vivir cuando estamos vivos y morir cuando sea el momento.

 

 

180.             Llegará el momento de desaparecer. Ahora somos responsables de nuestra aparición.

 

 

181.             El único absoluto es el vivir de la vida.

 

 

182.             La única filosofía es la vida del vivir.

 

 

183.             Todo intento de conquistar el mundo ha fracasado. Tal vez el mundo sea la vida.

 

 


 


 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Vivir y vida

 

 


 


 

 

 

 

1.   Los chistes hacen aparecer la vida que contradice nuestro vivir. O ilustra un vivir más cercano al vivir inmanente y lejano de la vida trascendental e idealizada.

 

 

2.   Vivir y vida no se separan con tanta facilidad. Un vivir siempre tiene una vida de sustento y una vida siempre se ejecuta en un vivir particular.

 

 

3.   El chiste nos saca por un momento de nuestra fantasía elevada de nobleza y nos recuerda las condiciones reales de existencia.

 

 

4.   El chiste nos saca de un vivir-vida y nos asienta momentáneamente en otro vivir-vida.

 

 

5.   El chiste nos saca de la integración cotidiana de vivir-vida y no arroja a una integración incómoda pero verdadera. La risa permite integrar ambas integraciones momentáneamente.

 

 

6.   La integración ordinaria reduce la ansiedad porque solo proyecta lo esencial de la vida en el vivir, salvando a la persona de tener que vivir la vida completa, que no es totalizable y por lo tanto resulta ansiosa.

 

 

7.   En la integración ordinaria la persona proyecta en el vivir solo lo esencial del segmento de la vida que simboliza a la persona y así reduce la ansiedad.

 

 

8.   El chiste interumpe la integración ordinaria e incorpora un segmento más amplio de la vida a través de la risa, que es una forma de vivir la ansiedad de la vida sin totalizar la vida, que totalizaría la ansiedad.

 

 

9.   La integración ordinaria o cotidiana integra el vivir del estar-ahí en la realidad con el segmento de la vida que llamamos sentido común.

 

 

10.                 La experiencia de la integración ordinaria es la coherencia del vivir con zonas de incoherencia como los imprevistos o situaciones más o menos inusuales, así son más o menos coherentes o incoherentes.

 

 

11.                 La coherencia del vivir en la integración ordinaria es la coherencia del sentido común que organiza la experiencia ordinaria. Toda coherencia del vivir viene de la vida.

 

 

12.                 La integración a la que accede el chiste la podemos llamar integración realista, en la que suspendemos el sentido común y caemos en cuenta de la animalidad, de la maldad, del odio, etc.

 

 

13.                 Ni la integración ordinaria ni la realista son la verdadera integración. Cada una regula un aspecto de la experiencia.

 

 

14.                 La integración realista nos permite vivir segmentos dolorosos de la vida sin sentir el dolor. En esa medida es un aprendizaje.

 

 

15.                 El pensamiento es una integración abstracta. Pone el énfasis en la vida del vivir, y no en el vivir de la vida. Piensa el vivir y no vive la vida.

 

 

16.                 La integración abstracta paraliza si se usa a exclusión de las demás integraciones posibles. Por eso el pensamiento se debe vivir, por que solo la vida sin el vivir es como una verdad sin mundo.

 

 

17.                 En una integración dada un vivir determinado se interpreta con una vida determinada.

 

 

18.                 La integración de la guerra integra el vivir del conflicto con la vida estratégica.

 

 

19.                 La integración del amor integra el vivir del amado con la vida del amor.

 

 

20.                 Así permutamos las integraciones de momento a momento, viviendo cada segmento de la vida que el vivir pide.

 

 

21.                 Así un mismo evento del vivir significa dos cosas distintas en dos integraciones distintas. Un apretón de manos entre amigos o entre enemigos, etc.

 

 

22.                 Una integración total que integrara todo el vivir con toda la vida es imposible porque ni vivir ni vida son entidades totales.

 

 

23.                 Una entidad total sería cuantificable y simbolizable. Para eso vivir y vida tendrían que ser isomórficos con una relación 1:1, pero el vivir sin un segmento de la vida no es nada, y la vida sin un segmento del vivir es una abstracción imperceptible.

 

 

24.                 Solo hay vivir de la vida y vida del vivir. Son distintos y sin embargo la misma cosa, la experiencia.

 

 

25.                 Su distinción es artificial pero necesaria. No podemos vivir la distinción, ni pensarla, sino vivir su pensamiento y pensar su vida.

 

 

26.                 El animal está en el vivir puro, sin vida. El sentido de su vivir es el vivir. El sentido de nuestro vivir es la vida, y el sentido de nuestra vida es el vivir.

 

 

27.                 El vivir aislado de la vida está vacío de ideas y de sentido. El elemento estructurante del vivir es el Impulso.

 

 

28.                 El Impulso es la dirección cualitativa del vivir.

 

 

29.                 El Impulso es la sensación total del vivir, sin partes constituyentes ni producto de su esfuerzo.

 

 

30.                 El Impulso es la sensación de haber mundo.

 

 

31.                 El Impulso es el flujo indeterminable de sustancia entre sujeto y mundo.

 

32.                 El Impulso tiene sentido absoluto porque no se pregunta por el sentido.

 

 

33.                 El Impulso llega hasta el fondo de la experiencia sin que el fondo sea determinable como lugar.

 

 

34.                 El Impulso es lenguaje sin palabras, color sin forma, mundo sin planeta.

 

 

35.                 Este es el mundo del animal y tal vez, por momentos, el de místicos, poetas, algunas variedades de locos o accidentados.

 

 

36.                 El hombre primitivo en un momento lanza el Impulso en una dirección imprevista y encuentra un obstáculo donde antes no lo había.

 

 

37.                 El Impulso se encuentra con el obstáculo de la lógica, que segmenta, ordena y estratifica.

 

 

38.                 La imaginación sin propósito se convierte en mito.

 

 

39.                 El miedo o la esperanza se formalizan como planes para el futuro.

 

 

40.                 Nacen los nombres de las cosas, que ya no son solo cosas sino que tienen propósito.

 

41.                 El hombre se nombra a sí mismo y se da un propósito: ha encontrado la vida.

 

 

42.                 El nombre, la palabra, ya anticipa todos los nombres y todas las palabras. El significado de un término depende de la totalidad del lenguaje.

 

 

43.                 El lenguaje tiene estructura de lenguaje y también estructura de vida.

 

 

44.                 El vivir del lenguaje es el habla, la escritura o la lectura. La vida del lenguaje es el propósito que cumple cada palabra.

 

 

45.                 Nombrando determinamos el uso o el sentido de las cosas. Incluso si ese sentido es la ausencia de sentido que, como ausencia, regresa al sentido.

 

 

46.                 El afecto organiza la dirección de la palabra.

 

 

47.                 La palabra pan es cálida y maternal. Tigre es demoniaca. Sol es divina. Sentimos las palabras y ese sentir es la integración vivir-vida en cada caso.

 

 

48.                 El nombre propio es el centro del mundo.

 

 

 

49.                 Nombrando al individuo nombramos el Impulso y le damos un destino.

 

 

50.                 El destino es el nombre propio futuro del Impulso, un nombre que está por llegar, sin que llegue.

 

 

51.                 El destino es el nombre propio del nombre propio. Le da un segundo sentido al primero de haber sido nombrado.

 

 

52.                 El destino siempre se cumple porque, al haber ocurrido, retroactivamente todo el vivir-vida se organiza hacia ese destino.

 

 

53.                 No ocurre el destino absoluto, pero sí nombra al individuo, al Impulso.

 

 

54.                 Cuando ocurre el destino el Impulso se ratifica.

 

 

55.                 El nombre propio es el centro del mundo, pero ocupa un lugar indiscernible en el universo.

 

 

56.                 El destino como posibilidad necesaria introduce la coherencia de la vida en el vivir.

 

 

57.                 El destino del nombre propio es la vida. El camino es el vivir.

 

 

58.                 El nombre propio contextualiza el Impulso del vivir en el alma de la vida.

 

 

59.                 El nombre propio del nombre propio es una abstracción impronunciable, pura vida sin vivir.

 

 

60.                 El vivir le da sustancia al nombre propio, lo saca de su abstracción. La vida saca al Impulso de su abstracción concreta.

 

 

61.                 Cada palabra tiene un nombre propio impronunciable.

 

 

62.                 El nombre propio de la palabra pan es una idea imperceptible, el destino del pan, e incluso el destino del destino del pan, etc.

 

 

63.                 El nombre propio de la palabra es un punto de abstracción infinita, un hoyo negro a donde va a parar el Impulso convertido en vida abstracta.

 

 

64.                 El universo está afuera de la integración, es el centro de la integración y la constituye.

 

 

65.                 El sistema causal del universo solo es cognosible a través de una integración dada.

 

 

66.                 El sistema causal de la física es una integración. La moral es otra integración del mismo sistema. El arte es otra, etc.

 

 

67.                 La física es una integración entre otras, que permite comprender y predecir unos fenómenos y no otros, etc.

 

 

68.                 El universo no es físico fundamentalmente. Esa es una integración entre otras.

 

 

69.                 El universo se llama universo bajo una integración. Se llama vida bajo otra. Guerra bajo otra. Nada o sueño o creación bajo otras.

 

 

70.                 La realidad objetiva tiene dos momentos. Uno es la causa universal y el segundo es la causa integrada.

 

 

71.                 La causa universal es lo que realmente ocurre en el universo. La causa integrada es la causa universal contextualizada en una integración.

 

 

72.                 La causa universal es objetiva, pero incognosible si no ha sido integrada.

 

 

73.                 La causa integrada contiene a la causa universal, sin serla.

 

 

74.                 La matriz inter-integracional que llamamos el mundo es una hiperrelación de verdades en disputa histórica y social.

 

 

75.                 Debemos propender por integraciones orientadas hacia el universo y no hacia la integración.

 

 

76.                 Una integración comienza con una postulación universal pero con el tiempo la tendencia a permanecer integrada la hace sorda al universo.

 

 

77.                 Una integración dada es un grupo de individuos con líderes e intereses vitales. Los malos líderes refuerzan esos intereses y los buenos siguen escuchando al universo.

 

 

78.                 Una época dorada en arte o ciencia es más que la aparición fortuita de varios genios. Es una época integrada hacia la causa universal.

 

 

79.                 Una época sin brillo está integrada hacia la permanencia de la integración, incluso si llama a esa integración progreso.

 

 

80.                 Para que aparezcan obras universales tiene que haber una orientación integrada hacia lo universal.

 

 

81.                 Las grandes obras dependen de un gran público. Épocas sordas no producen música.

 

 

82.                 Un escritor es líder de su público. Puede escoger entre incentivar la integración de su público o estimularlos hacia una nueva integración. 

 

 

83.                 El buen escritor trabaja por llegar a su época. Al grande es la época la que debe alcanzarlo.

 

 

84.                 Esta es una época sin brillo. Tenemos mucho conocimiento pero estamos abocados a confirmar nuestras integraciones colectivas. La grandeza necesita humildad.

 

 

85.                 Una época humilde es una época valiente. Una época defensiva es cobarde.

 

 

86.                 Hemos sido reducidos a la cobardía por la injusticia general. Seguir siendo cobardes aumenta la injusticia.

 

 

87.                 Sabemos demasiado para volver a ser humildes. La humildad vendrá de un nuevo paradigma que sitúe nuestro conocimiento dentro de preguntas más grandes.

 

 

88.                 Una época se renueva cuando la acumulación de respuestas desborda las preguntas a que respondían y se hacen necesarias nuevas preguntas.

 

 

89.                 El vivir supera a la vida que lo sostiene y se hace necesaria una nueva vida, que genera un nuevo vivir.

 

 

90.                 La primera vida que sacó al hombre primitivo de su Impulso nombró cada cosa por primera vez. Ese primer nombre es irrecuperable y, sin embargo, está presente en todos los nombres posteriores.

 

91.                 La causa universal es el primer nombre del vivir-vida.

 

 

92.                 En cada idea y cada evento está presente el primer nombre, irrecuperable pero objetivo.

 

 

93.                 El primer nombre se convierte en palabra. La palabra contiene al primer nombre pero no es él. La palabra se orienta hacia su nombre propio, que es la idea abstracta, imperceptible que podríamos llamar también el último nombre.

 

 

94.                 El vivir-vida es el recorrido desde el primer nombre hasta el nombre propio del nombre propio. Un camino desde la concreción abstracta hasta la abstracción concreta.

 

 

95.                 El nombre propio del nombre propio es la vida de la vida, una segunda vida doblemente imperceptible.

 

 

96.                 El primer nombre es el bautizo de la causa universal y el nombre propio del nombre propio es su paso al más allá de la abstracción infinita.

 

 

97.                 En el nombre propio el Impulso abandona su causa y se vuelve la idea de la idea de la idea, etc.

 

 

98.                 Desde la vida de la vida bajan los nombres propios de las cosas que las hacen cosas y no solo causa universal sin nombre.

 

 

99.                 Todos los nombres propios llegan a un solo nombre propio, infinitamente propio y nombrado. Su existencia es imperceptible pero sus efectos nos dan la vida y por lo tanto el vivir, que es vivir porque hay vida.

 

 

100.             La idea de la idea de la idea, etc., la idea elevada a su infinita potencia, es abstractamente abstracta, imperceptible. Es el punto de fuga de la vida de las ideas.

 

 

101.             La idea de la idea se acerca infinitesimalmente al vivir-vida: es un límite del Impulso. El Impulso se interumpe momentáneamente, sin que signifique nada ni que pare de ser impulso.

 

 

102.             La idea de la idea se acerca un poco más: surge la dirección. Hay tipos de interrupciones, identificadas cualitativamente, sin que una sea más verdadera que otra.

 

 

103.             La idea se acerca más: surge el objeto. La abstracción interumpe el impulso en los límites del objeto y así lo define como objeto.

 

 

104.             Surge la causalidad. La causa universal, el primer nombre, se vuelve nombre propio: tiene la abstracción como destino.

 

 

105.             Surge la percepción. Hay mundo, objetos con atributos vinculados causalmente. Es la primera integración vivir-vida.

 

 

106.             El mundo es efecto de dos fuerzas que, viniendo de direcciones contrarias, se encuentran en el individuo y se proyectan, integradas, de vuelta a sus orígenes.

 

 

107.             La causa universal sale de acá. La idea sale de allá. Se encuentran aquí en el mundo.

 

 

108.             El Impulso es la expresión en la mente animal o primitiva de la causa universal. Es la experiencia del primer nombre que no tiene aún un nombre propio. Ese es el vivir aislado de la vida.

 

 

109.             La vida es el reino de los nombres propios. Aislada del vivir es un conjunto de ideas abstractas que nadie percibe. Una vez percibidas en el vivir “recordamos” que hubo un tiempo en el que nadie las percibía. Proyectamos ese recuerdo abstracto, que está en el vivir.

 

 

110.             Las ideas existen como no percibidas o imperceptibles una vez han sido percibidas. El a priori es un a posteriori que se llama a priori.

 

 

111.             La vida es el a priori del vivir solo porque el vivir vive el a priori.

 

 

112.             El principio antrópico quiere decir que las ideas preexisten al humano solo virtualmente. Existiendo, el humano asume la preexistencia de las ideas, viviendo esa preexistencia aquí y ahora.

 

 

113.             El reino abstracto de las ideas no tiene existencia independiente de quienes las piensan. Pero, para pensarlas, tenemos que asumir su existencia independiente.

 

 

114.             La causa universal tiene existencia independiente de la integración. Pero solo la integración puede demostrar su independencia.

 

 

115.             Las ideas no preexisten a su percepción. Sí preexiste la abstracción, el nombre propio del nombre propio, el punto de fuga de la imaginación.

 

 

116.             La imaginación es una fuerza que postula realidades posibles. Postulando su propia realidad, llega al límite de la abstracción, que integra imaginación con raciocinio y produce el mundo.

 

 

117.             Cualquier sistema perceptivo (cerebros, etc.) se encontrará con la abstracción como punto de fuga de sus postulados. El nombre propio del nombre propio es el límite de lo nombrable y el lugar de donde surge el impulso de nombrar.

 

118.             Una vez encuentra el punto de fuga de la abstracción, las ideas que genera un sistema perceptivo dado dependen de las condiciones de su sistema y de las condiciones del mundo que habita.

 

 

119.             En un mundo líquido tal vez surja el cálculo antes que la geometría.

 

 

120.             De un sistema perceptivo distribuido y no individual tal vez surja la correlación y no el concepto, etc.

 

 

121.             Una época humilde respeta los primeros nombres de las cosas.

 

122.             De la humildad viene la valentía de asumir el primer nombre como propio, sin saber lo que es.

 

 

123.             La abstracción no es humana pero nos hace humanos.

 

 

 

124.             Somos abstractos para volver a ser concretos a través de la abstracción.

 

 

125.             Por más abstractos que seamos, tenemos que vivir esa abstracción.

 

 

126.             El vivir es el lugar del pensamiento. La vida es el lugar del vivir.

 

 

127.             Pensar es un fin en sí mismo. Mayor comprensión es mayor vida.

 

 

128.             Mayor vida es mayor vivir.

 

 

129.              Una época viva ilumina lo que no puede ser iluminado.

 

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